Una noche
Una noche vine con mi sepultura,
una noche trágica en la que pareciera
habérsenos caído todo y ya desnudos
con una mísera lasitud sobre los lomos.
Vine pues a sentarme a la siniestra,
a reparar el daño, ante furibundos odios,
una noche vine con mi pulmón a cuestas,
vine reiteradas veces, vacío y solo.
Vine con mis brazos abiertos aquella noche,
con mi plato extendido, con mi mesa desierta,
una noche vine con mi proscrita sepultura
sin saber que aquí yacía
miserablemente solitario y solo.
Diego Libertad
Del poemario El maíz es un cielo
© Derechos Reservados
martes, 19 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario