viernes, 30 de octubre de 2009

XV

Perdónenme pues si algo en mí tengo de triste,
si mis pasos me llevaron a ninguna parte,
y si escribo muy pegado a la nostalgia,
es que no supe cobijarme de alegrías.

Yo no guardé sonrisas bajo la almohada,
ni cartas, ni amores, ni fortunas,
sólo pesares anidaron en mi pecho.

En los áridos caminos de esta vida
supe andar en toda circunstancia,
y es que no saben
cuánto en mí se ha marchitado.
Perdónenme pues si ahora mismo
estoy tan triste,
perdónenme pues si ahora mismo
estoy errado, pues, la verdad,
no aprendí a mirar con otros ojos.

En los adioses, en los balcones,
en las distancias,
¡No había despedidas para mí!

Perdónenme pues si ahora mismo
parto a buscarme.

Perdónenme pues si ahora mismo
estoy tan triste.

¡Sí, mi corazón está triste!

Perdónenme pues si lloro en esta lágrima
con terrible llanto debajo de mis ojos.

Alguien habrá de esperarme
en el Mañana que me huye,
alguien habrá, alguien, digo, o nadie,
o todos juntos, alguien habrá, estoy seguro,
pues ya no puedo.
¡Ya no puedo con este dolor entre mis líneas!

Tengo en sangre el testamento de mi vida
y estoy ardiendo.
Perdónenme pues si ahora mismo
estoy callado.
Esta vez yo diré adiós,
mientras dejo mi lugar,
aún más vacío.

Diego Libertad
© Todos los Derechos Reservados

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