jueves, 8 de enero de 2009

Los catorce del patíbulo

La primera semana de diciembre del 2008, desde Colombia, surgió una noticia sumamente reveladora, un capitán de la policía colombiana que cumplió la orden de examinar las supercomputadoras del extinto líder de las FARC, Raúl Reyes, determinó, mediante un informe a la Fiscalía General de su país, que no existe ningún correo electrónico en dichos aparatos. El valioso testimonio del Capitán Ronald Ayden Coy Ortiz terminó por desenmascarar la gran mentira en contra del gobierno ecuatoriano y venezolano, dejó sin piso además un sinnúmero de acusaciones en perjuicio de diversos líderes de izquierda, sin embargo, el mundo de cartón en el que vivimos y sus titiriteros no han difundido esta verdad, no han difundido lo grave de aquella infamante maniobra, ni mencionan a los responsables que intentaron resquebrajar la paz en la región y el proceso de integración que construyen nuestros pueblos.

Lamentablemente, estas intenciones punibles quedarán como anécdota, todos recordarán aquellos días en los que en el colmo de la estupidez humana, porque sólo el humano puede llegar a estos extremos de estupidez, la INTERPOL, Álvaro Uribe Vélez y George W. Bush, quedaron como simples aprendices de Joseph Goebbels.

Sin embargo, en el Perú, el gobierno de turno sigue tratando este asunto de manera cínica, la infame alianza que nos gobierna continua con la farsa, y es que el apra y el fujimontesinismo, secundados por el casi extinto PPC, no ven otra manera de impedir el histórico proceso de unidad de las fuerzas populares, sí, la derecha peruana apunta a desestabilizar la más grande unificación de las fuerzas de izquierda, patrióticas, nacionalistas y progresistas que jamás se haya forjado en el Perú.

No importa que ya se haya demostrado categóricamente que no hay pruebas de ninguna índole sobre alguna conexión con el denominado “terrorismo internacional”, específicamente, con las FARC. No importa que la grácil poetisa Melisa Patiño y Roque Gonzáles, encarcelados injustamente y hoy, ya libres, demuestren la torpeza y el maccarthismo con que este gobierno maniobra. No importa que se apunte a las cabezas visibles de esta floreciente unidad sin un solo elemento de prueba, a Ollanta Humala, a Albero Moreno, a Renán Raffo, a Julio Céspedes Olórtegui, a César Barrera, a Olmedo Auris, y a otros ciudadanos organizados políticamente en la izquierda, 13 en total, sino que además, añadan al periodista Raúl Wiener del diario La Primera, al falso complot desestabilizador del que los acusan. Habrá que esperar qué medios de comunicación defienden la libertad de expresión y qué medios continúan con el silencio ignominioso y cómplice, pues, los peruanos ya nos hemos dado cuenta que cuanto más aprietan el garrote, es cuando más miedo tiene el ultraderechismo de perder la mamadera.

Diego Libertad
08-01-2009
6:52 p.m.

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