viernes, 2 de enero de 2009

La nueva guerra de los cien años


La cobarde masacre de civiles en Palestina, incluyendo mujeres y niños, era un hecho “inaplazable” para el imperialismo yanqui y las falanges sionistas, en el papel, estos acontecimientos estuvieron preparados con antelación. La soñadora idea que Obama transmitía al mundo acerca de aplicar una política global contraria a la del garrote aplicada por Bush, daba cierto aliento para la proyección de nuevas relaciones entre los Estados Unidos y los países oprimidos y amenazados por ellos. Por eso les era vital a los buitres que se alimentan de la guerra evitar a toda costa perder esos espacios de influencia y de millonarias ganancias.

Durante los últimos días de diciembre del 2008, con el cinismo que lo caracteriza, George Bush, el presidente norteamericano con el más bajo coeficiente intelectual, ordenó preparar documentos de inteligencia para prevenir al nuevo gobierno estadounidense sobre el “peligro terrorista” en un futuro inmediato. Bush decía sentirse muy preocupado por el qué sucedería si el “terrorismo internacional” atacara y él ya no estuviera en la Casa Blanca para dirigir con mano de hierro, aunque sabemos que con pies de barro. En estas injustificadas hipótesis estaba previsto el recrudecimiento de la violencia en Oriente, así como futuros ataques “terroristas” a objetivos estadounidenses y en contra de sus aliados, de esta manera estas acciones permitirían prolongar y extender los escenarios de guerra en el mundo, escenarios que por cierto, paulatinamente, han ido perdiendo adeptos, un tanto golpeados por la actual crisis y por la pérdida de popularidad al haberse enfrascado en guerras como la de Irak o Afganistán que a la fecha no tienen visos de cuándo acabar y menos de una perspectiva de victoria desde la orilla colonialista.

¿Podemos creer que el bombardeo israelí es únicamente por motivos electorales? De ningún modo, quizás pueda ser uno de los propósitos a considerar, pero, definitivamente, lo que sucede es que los perros de presa y sus amos imperialistas creen haber elaborado un plan perfecto, haciéndonos creer que esta vez ya no es un auto atentado, como el 11 – S, el que “justifica” acciones militares a gran escala, sino que es mediante la puesta en escena de un conjunto de acciones de provocación, para así “sufrir” la reacción de grupos extremistas y tener el “derecho moral y divino” de aplastarlos. Esta es la sinrazón por la cual han ejecutado esta cadena de ataques al pueblo palestino.

Por lo tanto, es lógico deducir que ante la atroz dimensión del ataque israelí, accionar que podemos tipificarlo como terrorista, las fuerzas de Hamás e incluso organizaciones opositoras a ellos como Al Fatah o diversas agrupaciones radicales que se solidaricen con el sufrimiento palestino, darían una respuesta contundente, lo que podría significar, incluso el líder de Hamás, Jaled Meshaal, ya la ha convocado, nada menos que una tercera Intifada, esto qué implicaría ¿Únicamente una respuesta con cohetes artesanales a larga distancia y de manera esporádica contra el territorio palestino que ocupa Israel? No, esa respuesta será, indefectiblemente, mediante diversos ataques y atentados suicidas no sólo en Oriente, sino, lo que anhelan los opresores usa-anglo-sionistas frotándose las manos, una serie de ataques que abarcarían territorio europeo y estadounidense, lo que por supuesto, aceleraría la vorágine de violencia y permitirá alegremente a los buitres llenarse los bolsillos y no de caramelos. Por cierto que, de concretarse una nueva Intifada ello aseguraría, por lo menos, que durante todo el mandato de Barack Obama habrá guerra.

En este nuevo escenario, en el que sin dudas hay nuevos blancos visibles como Irán y Corea del Norte, será necesario el cálculo milimétrico de respuestas, por el momento, acertadamente, el Presidente iraní Mahmud Ahmadineyad ha moderado el tono de sus declaraciones y no ha ido más allá de serias condenas contra el holocausto palestino. Por su parte, Corea del Norte en un comunicado oficial insinúa estar dispuesta a desnuclearizarse tratando de evitar lo que parece inminente.

Es preciso recalcar que ante el bombardeo de Gaza inmediatamente saltaron a declarar ante los medios los mastines de hocico más grande, Condoleeza Rice por ejemplo, usó el repetitivo discurso yanqui del supuesto financiamiento iraní a las milicias de Hamás, evidencias que ni el propio servicio de inteligencia israelí, El Mossad, ha encontrado aún. También tenemos el caso de la cachorra del presidente italiano Silvio Berlusconi, que es una especie de mezcla entre Aznar y Fujimori, nos referimos a la diputada Fiamma Nirenstein, que hace un eco estupidizante de las acusaciones contra Hamás y contra Irán. Lo que en sí vemos, es un desfile macabro de los líderes de opinión imperialistas que en su conjunto, en el colmo de la insensibilidad, están preparando el terreno para una incursión militar en el referido país islámico. Y Obama, que tan dedicado estuvo durante el inicio de la crisis financiera aportando opiniones y buscando remedios para la recesión hasta ahora no ha dicho un pío ¿Habrá prendido su televisor?

Diego Libertad
02-01-2009
3:52 p.m.

diegolibertad.blogspot.com

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